Noviembre-2018, segunda quincena
Apuntes, d.j.a.
Citas de lectura (Ampersand), de Sylvia Molloy.-
Sylvia Molloy (Buenos Aires, Argentina, 1938) es conocida como novelista y ensayista. Citas de lectura es un breve testimonio autobiográfico sobre su pasión por los libros y la lectura. Dice de la lectura como acto de posesión: leo y me apodero de lo que estoy leyendo, es decir, encarno la voz del hablante, adopto su dicción, hago mía su circunstancia, lleno hiatos, invento situaciones, personajes, palabras. Leo y el texto se dirige solamente a mí, no existe sin mi lectura: yo le doy voz, le doy yo. (&) Ese libro es mío, soy su coproductora, como Pierre Menard es autor del Quijote .
Lectora, primero que todo, de literatura, confiesa que le gusta leer libros de recetas de cocina: degustaba estas cosas en la letra impresa, no en mi plato de comida, donde un nabo no habría sido legumbre prometedora sino, simplemente, un nabo .
Aparecen algunos escritores que conoció, inclusive alguno secreto, como Eugenio Guasta, apenas mencionado de paso, como Eugenio, y otras veces evocado con devoción. De José Bianco cuenta su manejo del dinero: en lugar de guardarlo en un sobre dentro de un cajón recurría a su biblioteca y ponía los billetes directamente dentro de algún libro cuidadosamente escogido; un clásico, digamos. (&) a veces los autores le jugaban una mala pasada. Así aquella vez cuando, habiendo puesto el dinero en La nueva Eloísa de Rousseau, luego lo buscó en vano en el Diccionario filosófico de Voltaire, con creciente inquietud al no encontrarlo, hasta que recordó el destinatario inicial. Esto me pasa por cambiar y confiárselo de repente a Rousseau, dijo, como quien se queja de un inversionista ineficaz . Y, tras retratar a una Victoria Ocampo arrogante, casi que histérica, al referirse a su hermana Silvina alude a esa simplicidad que era una de las formas más complicadas, acaso la más implacable, de su irreverente inteligencia .
El paisaje en la mirada (Eafit), de Felipe Restrepo David (compilador) .-
El título completo de este libro es El paisaje en la mirada, el valle de Aburrá en la literatura de viajeros y escritores, se trata de una antología y, al explicar los criterios de la selección, Restrepo David dice que siempre se privilegió el momento en que el valle se descubre al frente o cuando se detiene la mirada para despedirlo . Y el resultado es una coincidencia de todos los antologados en lo excepcionalmente bella que es la vista de Medellín y su valle desde las montañas que lo circundan. Gosselman viajó por Colombia y hacia 1825 escribe: cuando llegamos al cerro de Santa Elena, desde donde se tenía una visión impresionante sobre el valle, nos embargó una emoción de belleza inenarrable . Juan Francisco Ortiz hizo el viaje de ida y vuelta desde Bogotá hasta Medellín; esto ocurrió en 1849 y dejó un testimonio donde escribe: muchos comparan la vista del valle de Medellín, desde Santa Elena, a la de Guadas y a la de Pamplona; y, si mi parecer no fuera aventurado, aseguraría que todos tres puntos de vista son hermosos, pero que el de Medellín les aventaja, porque el paisaje es más frondoso y más intenso, la vista embelesada no se cansa de mirar ese valle tan verde, con tantas arboledas, con tantos arroyos . Por su parte Emiro Kastos le escribe una carta a un amigo en 1852 donde dice: sin duda que en Nueva Granada y tal vez en América, no hay una comarca tan hermosa como este valle de Medellín . Cuestión que confirmó Charles Saffray, un francés que estuvo en esas tierras cerca de 1858: El panorama de Santa Elena es sin disputa uno de los más imponentes que se puedan ver: el viajero se detiene mudo de sorpresa, y después de algunos minutos de admiración apresúrase a bajar por las tortuosas pendientes que conducen a Medellín . En 1862 viajó al norte de Antioquia don Manuel Uribe Ángel y dejó un testimonio donde dice: desde el alto de Medina (&) se abarca completamente con la vista todo el valle de Medellín y mucho más: es este acaso uno de los paisajes más bellos, más lúcidos y más pintorescos del país . Francisco de Paula Muñoz describió a Medellín y señaló que es imposible evitar un estremecimiento de placer o contener una exclamación de gozo, cuando se contempla, desde alguna de las prominencias, el valle de Medellín . En 1880 estuvo en Antioquia el viajero alemán Friedrich von Schenck y dijo que: la vista desde el alto sobre el cañón de Medellín constituye uno de los paisajes más bellos de la parte tropical de Suramérica .
Podría seguir transcribiendo más testimonios sobre lo bonito que se veía Medellín hace un siglo o más desde cualquiera de las montañas que lo rodean. El libro viene, además, con un excelente prólogo de Juan Luis Mejía y con ilustraciones de ese mismo paisaje, desde las tintas de los viajeros de antaño hasta la visión de Fredy Serna.
Diccionadario
Los nombres son apenas una parte, un aspecto de lo que nombran, el lado al que le da la luz . (César Aira).
Tomado de Diccionadario (Editorial Pre-Textos):
Cantata: el papá de los perros.
Cantrata: comercio de perros.
Boalla: tela para secar serpientes.
Miedollo: el fundamento del miedo.
Atascado: atrancado en una tasca.
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«Yo gozo leyendo a Gozar Leyendo. Más todavía al celebrar el premio a la poesía del maestrísimo Darío Jaramillo. Un saludo con afecto y admiración». Sonia Cárdenas.
«Apreciado maestro Darío: felicitaciones por meritorio premio que te ha sido otorgado, tus calidades literarias y tu presencia en el mundo de las letras hace posible merecido galardón. Con aprecio». Gabriel Echeverri.