Mayo-2018, segunda quincena

Apuntes, d.j.a.

La sien en el puño (Eolas)de José Manuel Arango.-

Hoy en día (y no siempre ha sido así, pues el hombre es cosa vana, voluble y ondeante, dice Barba que decía Montaigne), los poetas colombianos nacidos en la primera mitad del siglo XX que más me interesan son Aurelio Arturo (1906-1974), Jaime Jaramillo Escobar (1932) y José Manuel Arango (1937-2002).

Después de su muerte, Arango ha corrido con muy buena suerte editorial, suerte correlativa a su prestigio creciente. Hasta el momento, no conozco ningún disenso sobre la calidad de sus poemas y esa buena suerte comienza con el excepcional trabajo que hizo Luis Hernando Vargas Torres preparando el volumen Poesía, con toda la obra de Arango y, luego, el tomo con las prosas de y sobre el mismo poeta, ambos libros editados por el Instituto Caro y Cuervo. Después, la Obra selecta que hizo Guillermo Baena, y ahora la magnífica antología que publicó la editorial española Eolas, La sien en el puño, con selección y prólogo de José María Castrillón. Para Castrillón, Arango es un poeta abierto tanto a la aspereza insoslayable de lo que está frente a nosotros como a la sombra de las cosas, que el poeta ve más allá, incierta por inaprensible, real porque (nos) completa. La vida en toda su crudeza; también en sus enigmáticas honduras. Y sobre el tono de sus poemas, dice con acierto que los versos se articulan no con pausas (versales) sino también entre silencios. A pesar de la brevedad de los textos, el lector advertirá el tempo, moroso, que parece cargar de energía a unas palabras que rompieran por pura necesidad, no por interés, la funda del silencio.

 

MONTAÑAS, 1 

1
Nada en ellas es blando.
No son éstas, por cierto,
las formas de una tierra
llana y amable.

Aquí hay breñas y riscos, no redondas
colinas. Su apariencia
hace saber la roca
de la entraña: osaturas,
declives hondos.

Ya los mismos nombres
con que hablamos de ellas
dicen lo que son: una sierra,
el boquerón, el cerro,
la cuchilla.

Líneas secas,
tajantes.

Y esa luz,
esa reverberación de la luz,
esos desfiladeros deslumbrantes.

2
Dame, dios,
mi dios,
mi diosecito pequeño,
rústico:

tú,
a quien creo acariciar
cuando le paso por el lomo
la mano a mi perro,

dame
esta dura apariencia de montañas
ante los ojos
siempre.

 

Lenguaraz (Pre-Textos) de Erika Martínez.-

Nacida en Jaén en 1979, Erika Martínez es uno de los nombres más distinguidos de la nueva poesía española. También académica, sé de un ensayo suyo sobre el aforismo al que no le he puesto la mano. Pero tengo este Lenguaraz, una colección de aforismos suyos. Destaco el tema del aforismo, tan propio de los aforistas, y el tema del feminismo, escaso entre aforistas, aquí cargado de gracia y pólvora. Aquí una muestra:

-¿Qué quiere el anzuelo?
-Somos capaces de sentir con cada parte del cuerpo. Quisiéramos poder pensar de esa manera.
-El centro es una fuerza que prepara con paciencia sus fragmentos.
-Conquistar no las cosas sino su costado.
-Asistimos a la muerte ajena como a un eclipse.
-La literatura pone de nuestra parte al dolor.
-Cuánto debemos crecer para pasar inadvertidos.
-Quien se desprende de lo que da es maravillosamente egoísta.
-Creyendo defender mi dignidad, me prodigo en mis defectos.
-El amigo que perdiste es el juez más implacable de tu conciencia.
-Los hijos corren hacia nosotros alejándose.
-La familia nos sobrevalora porque formamos parte de ella. Los amantes nos sobrevaloran porque los sobrevaloramos. Los amigos consideran que valemos lo justo.
-Las personas modestas reciben grandes alabanzas: la modestia no es soberbia ausente, sino satisfecha.
-Desde un púlpito no se ve nada.
-La muerte de un hombre redimió a sus verdugos: esa es la aportación más peligrosa del cristianismo a la humanidad.
-Pensar con los ojos, ver hacia el pensamiento.
-El amor es el lugar de los excesos y de la justa medida.
-Lo perdurable en los templos egipcios no son los faraones sino las palabras que los nombran sobre la piedra.
-Hay que ser muy coqueta para escribir aforismos.
-Somos mujeres contra la Mujer.
-El feminismo no es un tema.
-La emancipación comienza con el descubrimiento del tirano interior.
-Los hombres no se maquillan porque ya se les ve.
-El victimismo es una forma de sumisión.
-Puedo reconocer a mi padre: no soy hija de su yugo sino de su delicadeza.
-El aborto es un naufragio que me salva.
-El feminismo es una carrera de relevos sin meta.
-No hay excusas para los cómplices de su propia cadena.
-Los poetas dan mucha importancia a la poesía, los médicos a la medicina, los aforistas a su nariz.
-Ramón es el peor aforista de la historia. Quizá no tanto. Alguna greguería digna tiene. Conozco varias de memoria. De hecho son bastante buenas. Sí, sí, extraordinarias. Ramón es el mejor aforista de la historia.
-La poesía vincula.
-Una autobiografía es un escondite muy sofisticado.
-Sólo la juventud es suficientemente osada como para escribir aforismos, sólo la vejez suficientemente sabia. Los aforismos son un género imposible.
-Todo aforismo exige su refutación.

Diccionadario

Quien varía en sus palabras las palabras del otro, comprende. (Erika Martínez).

Tomado de Diccionadario (Editorial Pre-Textos):

Sacamorfosis: lo contrario de metamorfosis.
Perrático: canino despistado.
Delícano: pelícano muy delicado.
Casignatura: no alcanza a ser una asignatura completa.
Facsignatura: materia fascinante.

aquetaciÛn 1


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«¡Uf! Carlos Manuel Álvarez (y Leonardo Padura) demuestran que Alejo Carpentier y Lezama Lima no fueron en vano a pesar de 60 años de reduccionismo panfletario obligado. Gracias Luna Libros». Juan Manuel Pombo.  

«Mil gracias por estas entregas, la recomendación de lecturas es excelente, realmente se goza leyendo. Saludos».  Carlos Mario Montoya.

«Maestro Darío: su comentario sobre el libro de Carlos Manuel Álvarez es un aperitivo para conseguir y degustar ese buen texto. Saludo y gracias». Yezid Morales.

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