Noviembre-2021, segunda quincena

Apuntes, d.j.a.

Pilar Quintana, Los abismos (Alfaguara).-

En el número 112 de Gozar Leyendo (ver espichando aquí) escribí para dejar constancia de lo buena que me pareció La perra, la novela que Pilar Quintana (Cali, 1972) publicó antes de Los abismos, ganadora del Premio Alfaguara 2021, una novela que comienza con una refrescante y hermosa descripción pocas descripciones más hay en el resto del texto: en el apartamento había tantas plantas que le decíamos la selva (…). Había plantas en el suelo, en las mesas, encima del equipo de sonido y el bifé, entre los muebles, en plataformas de hierro forjado y materas de barro, colgadas en las paredes y el techo (…). Me encantaba correr por la selva, que las plantas me acariciaran, quedarme en el medio, cerrar los ojos y escucharlas. El hilo del agua, los susurros del aire, las ramas nerviosas y agitadas….

libro Luna

La narradora es una niña. Ella cuenta la historia de su familia, que confirma lo que ya dijo Tolstoi al comenzar Ana Karenina: todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera. Ana Karenina viene al caso, por lo que he repetido tantas veces, que no hay novela del siglo XIX en la que no aparezca alguna de estas tres cosas: adulterio, ludopatía y desmayos de señoras. En cuanto al adulterio, la lista es larga y anonadante; las solas cabezas apabullan: Ana Karenina y Madame Bovary. Y a ella se añaden obras en todas las lenguas. En castellano, por ejemplo, La Regenta de Clarín, y no es la única.

En Los abismos, el detonante de la historia es, también, el adulterio. Aquí, lo original es que la narradora del adulterio es una niña. Y más, que esa niña, que relata lo que ve sin dramatizarlo, es hija de la adúltera. Tomando en cuenta su edad, ocho años, tal vez sin acabar de entender qué pasa. Carolina, que así se llama la niña, cuenta lo que ve, pues su madre, una mujer torpe y depresiva, ha cometido la tontería de usar a la niña como coartada. A Carolina, que así se llama la madre, la señora Bovary de esta historia, la cabeza no le da sino, como mucho, para leer revistas del corazón.

Si el detonante es el adulterio, lo que sigue en la novela es la secuela de ese adulterio. El gran acierto narrativo de Pilar Quintana es la voz de niña. Así, la autora logra un tono que se limita a los hechos, sin juicios ni preguntas, entre ingenuo y apacible, en apariencia, pues una de las cosas que cuenta es que su muñeca se suicidó. Es su forma de sentir valiéndose de la muñeca que se tira por el barranco porque hay gente que se quiere morir.

Eugenio Montejo, Obra completa. Poesía (Pre-Textos).-

Un acontecimiento.- La aparición del volumen con toda la poesía de Eugenio Montejo es todo un acontecimiento. Montejo (Caracas, 1938-Valencia, 2008) es uno de los grandes poetas de la lengua. Y la lectura de su poesía es un placer refinadísimo. Poeta que estaba interesado en trasmitir un mundo, cualquiera puede acceder a él con deleite y provecho. El prólogo se debe a dos devotos conocedores de la obra de Montejo, Miguel Gomes y Antonio López Ortega, quienes dicen que la vida, a fin de cuentas, es el misterio de todos los días: está en el diálogo de los árboles, en el canto de los pájaros, en las piedras que no hablan porque concentran las voces del origen. Montejo escribe desde un estado de iluminación y ve la realidad como una trama de coincidencias, donde cada cosa tiene su razón y su tiempo: desde el tono desgarrado de una cigarra, que es una partitura, hasta la voz coral del mundo, que es un alfabeto. Los puentes entre niñez y adultez, memoria y presente, misterio y revelación son permanentes porque cualquier parcela de sentido es parte de un gran todo, autosuficiente y armónico, que descifra o reitera sus componentes. Y añaden más adelante: en la obra de Montejo, el concepto de tiempo es circular: cualquier cosa que veamos ahora, aunque esté transfigurada, siempre ha estado. El orbe material perdura: todo viene de un origen remoto, que se pierde en los albores del sentido. Lo que vemos no es una sustancia única, sino un contenido o una pluralidad: está hecha de tiempo, que todo lo atesora. Por eso una silla es los árboles que la antecedieron y también los pájaros que cantaban en su ramaje; por eso un padre puede ser la suma de sus muertos, y también las voces que entre ellos se escuchan; por eso la tortuga no lleva en su lomo ese casco con señales lunares, sino las piedras de un origen remoto, que en ese andar pausado se expresan.

libro Luna

HAMBRE Y MÁSCARAS
Al fondo de su cuerpo están los dioses,
tras de sus ojos, dentro de su vientre,
cubiertos por su risa, sus palabras.
Quien entra en ella sabe cómo acechan
desde sus besos dioses enemigos,
cómo se apoderan de tus noches,
te mudan sueño, voz, imágenes
y llevan tus estrellas a sus templos
sin que ella misma pueda percatarse&
Al fondo de su carne hay hambre y máscaras,
el hambre de los dioses que te acosan
y modulan su cuerpo como cítara
sin que ella nunca los advierta hasta que suenen
sus senos y sus ojos, su boca, su silencio&
Aquí queda el infierno que está en su paraíso
o viceversa,
aquí cósmicas fuerzas salen de su cuerpo,
entran al tuyo
y al instante regresan.
Aquí manda la sangre que corre con el tiempo
y la sed de los dioses que se apuran
y su cuerpo y tu cuerpo transportados
a no sé qué lugar donde acontece la batalla
y la fiesta.
                        Eugenio Montejo
LOS ÁRBOLES
Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.
Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no sé cómo anotarlo.
                           Eugenio Montejo
LA POESÍA
La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
            ni siquiera palabras.
Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.
                            Eugenio Montejo

Juan De Beatriz, Cantar qué (Pre-Textos).-

Con Cantar qué, Juan de Beatriz (Lorca, 1994) fue el ganador del Premio Internacional de Poesía Emilio Prados en 2020. Sin timideces, con una sabiduría que asombra ante su edad, Juan de Beatriz es capaz de usar como herramienta toda su tradición poética hasta convertirla en una muy profunda y muy íntima voz personal. En una entrevista que le hicieron Javier Gilabert y Fernando Jaén dice Juan de Beatriz: En algún lugar dije que Cantar qué es un poemario escrito desde los bancales, por tratarse del paisaje que puebla mi educación emocional. Como bien señalas, existe una vena rural en el libro: leves giros verbales o variedades, que están necesariamente ahí para mostrar el singular color del habla murciana. Por supuesto, no deja de ser un libro de formación. Por lo que en él se recorren, vehiculados por el motivo del canto, los principales tópicos literarios. Un canto que, en cualquier caso, remite tanto al Cantar de los cantares, como a los trovos y parrandas de Lorca. Dos esferas culturales distintas, entre las que no veo diferencia. Me emociona cuando John Ashbery decía que todos sus poemas son poemas de amor. Esto no es solo una reflexión bella o citable, sino la comprensión de que la poesía es un puro abrirse a lo ajeno, a lo distinto, a lo Otro. En este sentido, mi libro es un darse a, un ofrecerse hacia qué.

libro Luna

AUTOPSIA DEL POETA
Por más que yo me callo, el poema
a sí mismo se escribe
                                        como a su aire.
Y a ver quién lo detiene.
No necesita nada a malas penas.
Para que pase
solo una voz al roce de las cosas
                                    es necesaria.
Si en algo me equivoco,
                        ruego que me disculpen.
Mi empresa es ordeñar la música celeste
plagiando a cualquier ángel
                                    su misterio,
cantar cada silencio en su afonía,
morir en lo invisible.
                                   Nadie me juzgue.
Tan solo estoy regando
y hago que escribo
                        un amor que rebrota,
pues tal era mi empresa:
multiplicar atónita esta lengua
que callan en nosotros las estrellas.
                          Juan de Beatriz
SAMPLEO DEL TEMA DE LA ROSA
No le toques ya más
que así es la rosa
escribe Juan Ramón en Piedra y cielo.
Mientras, Gertrude Stein
«rose is a rose is a rose is a rose»
la nombra varias veces,
                        bordea el límite,
como solo se nombra cuanto excede:
                                    perseverando.
En William Blake la flor
estuvo enferma y Angelus Silesius
la admira sin porqué.
Huidobro, por su parte,
pidió a los poetas
que hicieran florecer su rosa en el poema,
pues hace más de un siglo
las rosas ya no basta con cantarlas.
Por eso, cuando entraba febrero,
mi abuelo menos docto
                           las podaba.
Sin haber leído a Virgilio
qué sabio cultivaste
la siembra, el pastoreo,
tu fanega de sed y paraíso,
tus rosas que aún crecen
                         tan dentro de mi carne.
Con ese gesto humilde
me decías ahora lo comprendo
toda la belleza del mundo
                           es de quien la trabaja.
                          Juan de Beatriz

Diccionadario

La literatura puede ser una zona segura, a salvo de la censura adulta, para convertir cosas salvajes en cosas de lenguaje. Yolanda Reyes,.

Tomado de Diccionadario (Pre-Textos):
Demonólogo: el que se dedica a estudiar al diablo termina hablando solo, en su monólogo.
Angustia: parienta cercana de carnes muy provocativas.
Bicitecla: instrumento parecido al piano, pero con dos ruedas.

Avisos y noticias

La Vuelta.- A los lectores lunáticos en Bogotá, les contamos que estaremos en La Vuelta. I Feria Nacional de Editoriales Independientes, del 8 al 12 de diciembre en la Biblioteca Pública Virgilio Barco. Los esperamos ahí con nuestros libros y los de más de cuarenta editoriales del país.

Números anteriores de Gozar Leyendo.- Consulte todas las entregas de Gozar Leyendo en www.lunalibros.com/blog/

Suscripciones.- Si desea recibir Gozar Leyendo en su correo, solicítelo gratis a la siguiente dirección: gozarleyendo@lunalibros.com. La misma dirección para sus comentarios. Reenvíelo a sus amigos o, si lo prefiere, suscríbalos: basta que nos envíe su dirección.

De nuestros lectores.-

Una delicia que Luna Libros mencione a Henry James. Sus comentarios sobre Hawthorne demuestran que fue un lector lúcido. Otra maravilla, para poner zancadilla a Wikipedia, es acercarse a la correspondencia entre James y Robert Louis Stevenson. James es un maestro, no para lectura rápida, sino para quienes leen con lupa literaria.
Lina María Pérez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *